SERVICIOS CHARTER TOMARÁN MÁS TIEMPO EN RECUPERARSE
Redacción Latinobus – El Economista / William Marroquín
La industria del transporte de pasajeros en México es un sector muy importante en la economía del país, donde el servicio de autotransporte federal de pasajeros es elemental para la movilidad de la población y tiene un impacto transversal en muchos otros segmentos. Con la pandemia, las ventas de autobuses orientadas a la actividad de media y larga distancia, conociudo omo foráneo, se contrajeron a la tarcera parte y las marcas trabajarn para ayudar la arecuperación de la actividad.
Sin embargo, este proveso va en marcha lenta. De acuerdo con los datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat), será hasta el 2024 cuando los afiliados vuelvan a las cifras de personas transportadas del 2019: 3,749 millones en autobuses de carretera tanto de media como larga distancia (foráneos) y de turismo.
Por otra parte, los elevados niveles de inflación han obligado a algunas empresas afiliadas a incrementar el costo de sus boletos entre el 2% y el 4%, procurando no afectar los flujos de pasajeros. Otro fenómeno que preocupa a la Canapat es la inseguridad en carreteras del Bajío, Tamaulipas o Guerrero, que también incide negativamente.

Con base en cifras de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), al cierre del 2022 habrá 2,471 millones de pasajeros por autobús, lo que representaría una disminución del 34% respecto al 2019.
“El servicio foráneo, que representa cerca de 8 de cada 10 pasajeros) ha tenido una recuperación importante, pero el turismo (renta de autobuses tipo chárter), fue el más afectado porque en la etapa fuerte de la pandemia paró, se perdió el 95% de sus ingresos, y su recuperación es todavía más lenta”, agregó José Lucio Rodríguez presidente de la Canapat.

Las cifras de 2021 son preliminares y las de 2022 son estimadas
Otro aspecto son las diferencias conceptuales que tienen organizaciones de control como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) para entender cómo opera el sector, la conformación de las empresas que movilizan a la población y los factores que ponen en riesgo la prestación de los servicios.
Ante ello, la Canapat siempre ha mostrado disposición para colaborar y ofrecer información del sector a la Comisión, debido a que sus grandes dimensiones lo hacen complejo.
Cabe recordar que hace unos meses, la Cofece inició una investigación por práctica monopólicas contra varios de los afiliados a la Canapat, pero no habían entendido ellos como opera el transporte de pasajeros. Tras varias explicaciones, se logró cambiar ese concepto donde se consideraba que dentro el mercado únicamente están los agremiados ante la cámara, cuando hay un mundo que no habían considerado (el informal) que es todavía más grande que el ecosistema de las empresas vinculadas a la Canapat.

En otro momento, recordó Rodríguez, la Comisión ha considerado que todas las centrales de autobuses eran concesiones y se buscaba revertirlas, si fuera el caso, para que el gobierno federal tuviera la oportunidad de reasignar los derechos sobre las terminales bajo una política de acceso en igualdad de condiciones que facilitara la entrada de nuevos competidores; sin embargo, en este momento muchas terminales son privadas y son inversiones de empresas de autotransporte conforme a la ley.
“Mucha de la población sigue afectada económicamente a raíz de la pandemia del Covid-19 y no se mira en el corto plazo que se puedan recuperar nuestros usuarios. Calculamos que nos tomará un par de años más volver a los niveles que teníamos y entonces empezar a crecer” explica el directivo gremial.