TRANSPORTE INTERMUNICIPAL EN CUIDADOS INTENSIVOS

Portafolio – Redacción Colombiabus

LA CRISIS PODRÍA EXTENDERSE HASTA FINALES DE 2021

El transporte intermunicipal colombiano, incluyendo buses, busetas, micros, colectivos y taxis, no solo está cercano a la quiebra debido a la inactividad por el cierre de más del 95% de sus operaciones, sino que los empresarios del sector creen que la recuperación tardará mucho más tiempo de lo previsto. Los cálculos optimistas indican que la normalidad en los ingresos de las compañías de flotas solo llegaría a finales del 2021.

Los dos meses de parálisis del sector tienen en cuidados intensivos a buena parte de las cerca de 540 empresas registradas y autorizadas ante el Ministerio de Transporte. Asimismo, se han visto afectados directamente los cerca de 80.000 conductores de más 41.000 vehículos que transportan 139 millones de pasajeros anuales entre las 41 ciudades que cuentan con terminales de buses. Esto sin contar incluye a los viajeros entre poblaciones donde no existen terminales, toda vez que incluyendo al transporte de cercanías, el número de pasajeros movilizados al año ronda los 190 milones.

Foto: William Marroquín

“Estos factores, por sí solos, llevan a la quiebra a cualquier empresa”, afirma Javier Jaramillo, exsuperintendente de Transporte. Adicionalmente, muchas de las principales empresas de transporte intermunicipal se han visto obligadas a suspender de manera temporal cerca del 70% de los contratos de trabajo ante los graves problemas de liquidez que afrontan. De acuerdo con Jaramillo, los problemas no terminarán cuando se levanten las restricciones y se reactive el sector, porque el transporte seguramente será uno de los últimos sectores en volver a la normalidad, sino que también estará afectado por la baja demanda y la aplicación de los protocolos de bioseguridad que impactan directamente el esquema de operación.

Las pérdidas serán mayores ahora que los vehículos no podrán movilizase con la ocupación de sillas al 100% sino con restricciones, de hecho las empresas trabajan en la elaboración de un protocolo que permita ofrecer una capacidad superior al 50% que se ha venido planteando, puesto que en esas condiciones el negocio sería totalmente inviable.

Desde las 41 ciudades que tienen terminal salen 13,5 millones de viajes al año, cada uno con un promedio de 10,3 pasajeros por vehículo, para un total de 139 millones de viajeros en un solo trayecto. Como se considera que estos regresan, significa que cada año se realizan 27 millones de despachos y se movilizan 278 millones de personas, sin contar con las que recogen en los municipios intermedios, las cuales pueden representar un 25% más para un total de 348 millones de usuarios anualmente, alcanzando una cobertura geográfica del 66% en más de 1.800 rutas habilitadas oficialmente por el Ministerio de Transporte.

Como se ha venido mencionando en múltiples escenarios, el precio de los tiquetes necesariamente tendrá que subir. Considerando que las empresas no pueden operar a los precios que venían haciéndolo antes de la pandemia, debido al aislamiento obligatorio, en el cual sólo pueden viajar máximo 50% de ocupación de sillas, eso indica que la estructura de costos deberá calcularse sobre la mitad de la capacidad de los vehículos y para compensar esa deficiencia implica aumentar el precio de los tiquetes. Asimismo, cabe mencionar que en muchos corredores, los precios llevaban varios años sin modificarse, mientras que todos los componentes de la estructura de costos (combustibles, peajes, salarios, repuestos, etc.) sí han subido año tras año.

Foto: William Marroquín

PESIMISMO ENTRE LOS EMPRESARIOS

El sector será uno de los últimos en reactivarse, puesto que se estima que a finales de junio podría reiniciar actividades. De otra parte, la desconfianza de la gente a viajar en bus, y la situación económica de los hogares de clase media, naturalmente impactarán en la demanda del servicio aunque se logre reactivar. Existe otro factor de preocupación, relacionado con las empresas que tengan que cerrar operaciones, pues quedará una buena cantidad de vehículos detenidos, donde muchos propietarios en su desesperación se lancen al rebusque en las vías, comprometiendo la seguridad de los viajeros.

“Estimo que la reactivación será muy lenta en los primeros meses, llegando escasamente en diciembre de este año al 35% de lo que se movilizaba en un mes fuera de temporada en el año 2019, y normalizándose en diciembre del 2021, lo que representa menos generación de empleos y más del 50% de los vehículos parados por la disminución de pasajeros y sin poder amortizar la deuda que tienen con los bancos”, dijo Jaramillo.

Es importante adicionar que el pasado 19 de mayo se llevó a cabo el debate de Control ante la Comisión Tercera del Senado de la República, con presencia de representantes de los gremios del transporte y empresarios presentando una dramática radiografía del sector, así como sus propuestas para su recuperación que esperan ser tenidas en cuenta, puesto que son iniciativas que llevan cerca de dos meses desde que se plantearon por primera vez para su estudio.